jueves, 29 de junio de 2017

Esta es la historia ...



Esta es la historia de un chico sencillo, a la vez que especial, que vivía sin complicaciones, todo estaba en su sitio, aparentemente, tenia un trabajo, una familia, una mujer, casa… todo dentro de lo normal, incluso tirando hacia arriba, buen nivel de vida, buenas expectativas, hasta que todo comenzó a cruzarse en su camino, y un pasado lejano comenzó a pasarle factura y salir a la luz, comenzando a hacer temblar toda su vida, toda su existencia.

Todo comenzó aquel año en el que estando en “la cresta de la ola”, como decían sus amigos, algo en su interior comenzó a desmoronarse y dentro de si algo estalló y su mundo se colapsó. Todo dejó de tener sentido, y tuvo que recurrir a diferentes tratamientos médicos y psicológicos para poder afrontar ese estado que dejaba de tener sentido. 

Vagó de un terapeuta a otro, luchando por comprender qué estaba sucediendo y trabajando por salir adelante con su vida, aunque no la comprendía. Era lo que le tocaba, tenia que luchar, tenia familia y responsabilidades que le hacían tener que mantenerse al frente de su vida, y desaparecer de ella parecía no ser una opción aceptable, aunque si era una idea recurrente en su mente.

Cuando parecía que poco a poco todo iba recobrando el sentido, y de nuevo se iba encauzando su vida, desde una visión nueva, en la que comenzaba a vivir, todo dio el gran vuelco de su vida, y si antes todo en su interior se había desmoronado, en esta ocasión todo a su alrededor se derrumbaba como un gran castillo de naipes, arrastrando todo cuanto se encontraba en su cercanía. Ahí es donde de forma inesperada se encontró completamente arruinado, con unas deudas que parecían salidas de una película, prácticamente incalculables, lo que le llevó a una de las mayores miserias personales en las que una persona se puede encontrar, no tan solo por el problema económico, sino por el efecto que le produciría tanto en su vida personal como familiar. No solo se vio en una situación de falta de dinero y grandes deudas, sino que al estar afectada con esas deudas su familia su situación llegó a complicarse tanto como para perder la relación con ella, llegando incluso a los tribunales, lo que trajo consecuencias catastróficas en la relación con la misma, la cual se alejaba a gran velocidad. A cada parpadeo se desvanecían esas figuras que durante toda su vida habían sido sus pilares y sustento. Cayendo en un profundo agujero de dolor y tristeza que le llevó de nuevo a buscar cobijo en terapeutas, filosofías y tratamientos.

Sin embargo fue en ese momento en el que aún habiendo llegado a lo que parecía el fondo de su vida, pudo sentarse y ver una pequeña luz intermitente en la superficie, y fue cuando agradeció el haber comenzado ese derrumbe personal años atrás, dándole la oportunidad y las herramientas básicas para comenzar a luchar contra esa situación y comenzar a remontar su vida, al mismo tiempo que la de la poca gente que se había quedado a su lado, apoyándolo y luchando codo con codo.

Aprendió que todo tenía un sentido y un propósito, por lo que a trancas y barrancas comenzó a aprender y usar todo cuanto le sucedía o le tocaba vivir, para salir adelante y conseguir darle ese sentido a la vida que le volviese a situar en el camino. Ahí fue donde conoció diferentes técnicas, autores, y material de apoyo con el que trabajar para conseguir retornar a ese estado de serenidad suficiente como para volver a caminar con paso firme. Como su economía obviamente no se lo permitía tuvo que tirar de sus dotes de autosuficiencia, los cuales siempre había usado a lo largo de su vida, para conseguir aprender lo necesario para el camino. No fue nada sencillo al parecer, ya que la vida muchas veces parecía no querer ponérselo nada fácil y le pedía grandes esfuerzos a cada paso para poner en práctica todo aquello que iba aprendiendo de forma autónoma. Unas prácticas muy reales que se podrían decir.

Pero todo eso poco a poco le fue haciendo fuerte y le hizo comprender el sentido de lo vivido, y aunque con altibajos momentáneos y puntuales, comenzó a caminar de nuevo con un paso firme y más o menos continuo. Alzando de nuevo la frente y comenzando a vivir con humildad y disfrute todo cuanto la vida comenzaba a ofrecerle. A cada instante iba siendo más consciente sobre el sentido de cada fragmento de su vida, tanto la pasada como la que se mostraba ante sus ojos en cada momento, y todo ello comenzó a llevarle de la mano en su nueva forma de ver la vida, de caminar en ese camino llamado vida que hacia ya años había comenzado a afrontar.

Es ahora cuando mirando hacia su interior siente que todo ha tenido un gran propósito, como todo cuanto nos acontece a lo largo de nuestra efímera vida, y es con todo ello con lo que desde esa serenidad fluctuante, aunque cada vez más consciente y duradera, comienza a mostrar al mundo esa pequeña luz de esperanza a la cual debemos aferrarnos en nuestra vida diaria, y simplemente usando aquellas técnicas que durante esos años atrás de dolor y sufrimiento había descubierto, poder salir de esa rueda y conseguir ver la vida en todo su esplendor, disfrutando de cada acción, de cada paso, abriéndose a cada instante un infinito de posibilidades. 

Nunca dejes de caminar.

jueves, 30 de marzo de 2017

Cuando el cansancio se convierte en desesperación


Cuantas veces nos sentimos cansados, no físicamente, sino cansados de verdad, nos sentamos en una esquina y miramos al infinito, o la punta de nuestros zapatos. Es en ese momento en el que nuestro ser se hunde en lo más profundo del abismo, y cada respiración es un esfuerzo por el que luchar. Ese momento en el cual cerramos los ojos y queremos que todo pase, que todo desaparezca. Todo parece ser tan pesado, tan grande, que nos sentimos abrumados frente a todo cuanto nos rodea, toda situación se nos escapa de las manos.

Cuando el silencio se hace una necesidad y todo ruido a nuestro alrededor se convierte en un lejano murmullo, cuando cada imagen que nos rodea parece borrosa y lejana. La presencia de nuestro ser se pierde entre pensamientos y silencio, todo se ralentiza, nada tiene importancia, nada tiene valor. Cuando todo lo que nos rodea es efímero como el viento, que pasa acariciando nuestro rostro y continua su camino hacía la existencia. Todo pierde el sentido, aunque más bien sería que dejamos de sentirlo, dejamos de estar, de ver, de oler... dejamos que ese silencio aterrador se apodere de nosotros y todo cae en una profunda sensación de abismo, de oscuridad.

Es entonces cuando nos sentamos, cerramos los ojos y respiramos, solo respiramos, una respiración tras otra, tomar aire y echar el aire, sentir como con cada bocanada de aire que entra en nuestro cuerpo éste se hincha y se llena de aire, de energía, de paz. Solo debemos centrarnos en llevar esa atención a la respiración, nada  más, olvidando cualquier pensamiento, cualquier idea, cualquier emoción, solo respirando, centrando toda nuestra atención en la respiración, gozando cada inhalación, cada pedazo de vida que entra en nuestro interior.

Poco a poco desde nuestro interior comenzará a aflorar una luz, nuestra luz, que hará que nuestra oscuridad vaya desapareciendo, que comencemos a recorrer el camino inverso de nuestra inmersión en el abismo de la desesperación. Sentir como todo nuestro ser flota, asciende entre los recuerdos y pensamientos, hacía un estado de paz y serenidad. Ahora todo importa, todo a nuestro alrededor esta vivo, cada sonido, cada olor, cada imagen se magnifica en nuestra mente y en nuestro interior haciendo que todo recobre el sentido, todo brille con luz propia, todo este lleno de esa energía de unidad de la cual nos habíamos desprendido.

Solo respira y abre los ojos a todo cuanto te rodea, a todo de cual formas parte, de la propia vida y siéntete bendecido por esa armoniosa luz que surge del interior de cada forma, cada ser, que nos envuelve.

Respira y solo vuelve a respirar.

sábado, 15 de agosto de 2015

Me muero ....

Desde el día de mi nacimiento tengo una enfermedad mortal, la cual me lleva de forma irremediable a la muerte, día tras día pienso en ese momento, no se cuanto tiempo me queda, y ello me produce miedo e intranquilidad. En ciertos momentos siento que no vivo ya que estoy preocupado en el final de mi enfermedad. Y lo que más me llama la atención es que todos cuanto me rodean parecen sufrir de esa enfermedad, y están tan asustados o más que yo. Es curioso porque parece ser que de momento no ha habido ningún grupo de investigadores que hayan conseguido paliar sus efectos, retrasar o cambiar su desenlace. No hay dinero, ni persona poderosa en toda la tierra, ni en toda la historia, que haya conseguido hacer nada al respecto, y eso me asusta aún más. Tampoco parece que la gente se interese por intentar conseguir algo que mejore la calidad de vida durante esta enfermedad, la gente solo tenemos miedo al resultado final de la misma, y solo nos preocupamos de cuando llegará el final.

Cuando sentimos que el final se acerca, tanto en nosotros mismos, como en personas cercanas a nosotros que sufren de la misma enfermedad, entramos en pánico, y nuestra energía cambia drásticamente, llevándonos al sufrimiento, haciendo que nuestros últimos momentos sean duros y llenos de dolor. Todo está rodeado de incertidumbre, nostalgia, recuerdos... es curioso porque esos recuerdos de pronto se hacen buenos, y eso nos hace caer más en el dolor. Es como si de pronto tuviésemos en nuestras manos parte de un fármaco que nos podría haber hecho nuestra existencia más llevadera, más amable.

He oído que hay algunos grupos de personas, pequeños círculos en todo el mundo, que aún no habiendo conseguido sanar su enfermedad si que han conseguido convivir con ella de forma honrosa, haciendo que sus vidas no se vean afectadas por la enfermedad, y viven felices, sonrientes y llenas de amor, a pesar de que su final puede llegar en cualquier momento. Es curioso pero parece que el final no les preocupa, lo asumen, e incluso algunos osados parece que lo llegan a esperar con cierta curiosidad. Dicen que el secreto es pensar que ese final es inevitable, que es parte del proceso que tarde o temprano todos pasaremos, que no se puede vivir pensando en el, ya que al parecer al ser algo por lo que todos los que tenemos la enfermedad pasaremos, no merece la pena condicionar nuestras vidas por ello. Además algunos se aventuran a decir que quizás en ese momento, en el momento de morir, nos vamos a algún otro sitio mejor, mucho mejor, donde todo es perfecto, todo es amor, y por eso nadie quiere retornar una vez que llegan a el, dejándonos asustados a los que nos quedamos aquí, pero solo hay que estar tranquilos, cuando llegue ese momento todos montaremos en la barca que nos llevará a ese fantástico lugar donde todo tiene sentido, todo tiene su porque y donde por fin podremos descansar de nuestra enfermedad y sus efectos. Por el momento, hasta la llegada de ese momento solo viven, solo se preocupan de respirar y llenar su cuerpo de aire limpio, energía limpia, que llene de vida sus cuerpos y eso hace que sus miradas se iluminen y que todo cuanto realizan esté lleno de amor. Su proceso de la enfermedad es envidiable, lleno de satisfacción. Lo extraño es que si tienes la suerte de encontrarte con alguna de esas personas y les preguntas como se sienten, sonríen, si les preguntan cual es su secreto, que como lo hacen, te dicen que solo respiran, solo se preocupan de vivir su enfermedad con humildad y agradecimiento, que ese es parte del secreto.

Esta gente, camina, hace sus quehaceres diarios, siempre con una sonrisa, con una paz interior que les hace disfrutar cada instante, cada segundo de su enfermedad está llena de amor y paz. No se, pero quizás ellos sepan algo que yo ignoro.

Aunque parece no estar diagnosticada la enfermedad parece que algunos le dan el nombre de VIDA.

Gracias

See you in the next life

jueves, 13 de agosto de 2015

On/Off

Qué sucede cuando nuestro ser se desconecta de la vida, del universo, cuando dejamos de estar en sintonía con todo cuanto nos rodea, y todo parece extraño, todo produce miedo y toda la información que llega a nosotros se transforma en dolor y sufrimiento. La vida pierde su brillo, los olores pierden su pureza y los sonidos se vuelven sordos y lejanos. Nuestro ser se oculta tras un manto gris de nubes tormentosas, llenas de tristeza y rabia.

Es momento de sentarse y respirar, pero cuanto más sientes la necesidad de descansar menos ves ese maravilloso asiento, confortable y lleno de amor que es la vida, y que nos espera con los brazos abiertos, sin rencor, sin juicios, sin preguntas, a que nos dejemos caer sobre el, con los ojos cerrados y llenos de confianza por aquello que nos espera y la propia vida nos da. Es ese momento en el que cuesta ver que todo esta donde debe estar, que la vida es maravillosa por el simple hecho de ser y estar ahí, que tan solo debemos respirar a enormes bocanadas el aire que nos rodea y nos hace estar dentro de esa vida que nos rodea y nos espera con sus brazos amorosos, cual madre esperando a su hijo a la salida del colegio, solo esperando a abrazarle y preguntarle si se lo ha pasado bien hoy.

Que más importante hay que respirar. En esos momentos es cuando más debemos sentarnos y dejarnos llevar por la vida, dejarnos inundar por su energía, por su cariño y confiar plenamente que todo cuando nos da es aquello que necesitamos para que nuestra vida sea nuestra vida, y la de nadie más. Es el momento en el que debemos rendirnos ante la vida y dejarnos querer por ella.

Es entonces cuando todo vuelve a encajar. Todo vuelve a estar en su sitio y nuestro entorno vuelve a brillar, vuelve a oler, vuelve a radiar belleza a cada instante, en cada rincón, y nos volvemos a sentir conectados con todo cuanto nos rodea. Nos sentimos unidos a cada ser, a cada objeto que se encuentra a nuestro alrededor y vemos esos minúsculos hilos de unión entre todo, minúsculos pero firmes y resistentes. Nuestro ser vuelve a asomarse entre esas nubes grises las cuales lo ocultaban, y nos sentimos vacíos, libres de tensiones y condicionamientos. Nuestro cuerpo rompe de nuevo sus límites y se fusiona con el universo, volviendo a formar parte del todo.

Buenas noches en On.

viernes, 10 de abril de 2015

Hoy

Feliz noche, feliz fin de semana, felices sueños. Ya es hora de cerrar los ojos y dejar que las vivencias de la semana se graben en nuestra mente y nuestro cuerpo, cual tatuajes, dejando recuerdo en nuestro ser de las experiencias vividas, y la cuales nos han moldeado un poco más en ese proceso de crecimiento el cual vinimos a realizar a este mundo.

Hoy respiro, y cada inspiración me llena de vida, intentando sanar las heridas producidas por el tiempo, tiempo mal vivido, solo por el hecho de no haberlo si quiera vivido. Hoy respiro vida, respiro esencia, cada inspiración llena mis pulmones e inunda todo mi ser, haciéndolo vibrar, haciéndolo brillar. Cada respiración llena mi alma herida, y tapa cada grieta de dolor producida por la propia vida. Hoy respiro, respiro y sonrío a la vida, esa vida que me rodea y me llena, que me mueve y me para. Hoy respiro, y siento como todo mi ser brilla e inunda cada rincón de mi cuerpo, y salpica a todo y todos cuantos me rodean. Hoy respiro, y con cada inspiración vuelvo a nacer, sintiendo como la vida vuelve a mi. Hoy respiro.

Hoy miro, hoy observo, hoy dejo que a través de mis ojos entre la vida en mi alma, dejo que el brillo de todo cuanto me rodea llene cada hueco vacío de mi ser. Hoy miro y sonrío a todo cuanto se encuentra a mi alrededor. Hoy miro como formo parte de todo y todo forma parte de mi. Hoy miro y no dejo de sonreír mientras vuelvo a mirar.

Hoy siento, siento cada soplo de viento al rozar mi cuerpo, siento el roce de la vida pasando a mi lado. Hoy siento y saboreo cada bocanada de aire, cada trago de agua, cada bocado de comida. Hoy siento cada caricia, cada beso, cada mirada. Hoy dejo que mi alma se inunde de todo cuanto siento a mi alrededor, siento como cada instante forma parte de mi y yo formo parte de cada instante.

Hoy doy las gracias, y por ello agradezco todo cuando soy y todo cuando he sido. Doy gracias y mirando a la vida respiro y siento como todo está donde debe estar, y como poco a poco el todo forma parte de mi y yo formo parte del todo.

Gracias

jueves, 4 de septiembre de 2014

Muévete

Estos días, reflexionando un poco sobre tanta teoría, tanta frase bonita en las redes sociales, en el aire, tanta sonrisa, tanto namasté, tanta reverencia, tanto reto, tanto, y tanto y tanto ...... he visto una de las mejores frases que he leído en bastante tiempo "Muévete y el camino aparecerá", supuestamente proverbio Zen. La verdad que creo que hay una gran verdad en esta frase y resume muchas teorías, y filosofías, solo hay que pararse a pensar. Cuando uno está perdido en un bosque, solo encontrará el camino cuando se siente, se relaje, se concentre en observar, empiece a usar sus conocimientos y cualidades y comience a moverse para encontrar la salida, mientras tanto no conseguirá mucho más que esperar, esperar a que los demás hagan y los demás solucionen sus problemas. Creo que es importante, primero el sentarse y ser capaz de darte cuenta que toda tu vida ha sido un aprendizaje para ese momento, ya que lo vivido hasta ese instante ha sido para enseñarte a pasar esa prueba, a vivir esa situación y usar las herramientas que te han sido dadas para continuar, eso si, aprendiendo de ella, puesto que esas serán las herramientas para las situaciones futuras.

Así bien, visto un poco por donde van los tiros, me pregunto, de que vale leer?? ir a cursos?? formarse??? bla, bla, bla.....si lo único que te salvará la vida es tu propia vida?? tus propias vivencias, tus propias experiencias?? o a caso en una situación de peligro hay alguien que se pone a repasar los pasos del manual de supervivencia del curso de riesgos laborales que le dieron al entrar a trabajar??..... no se, creo que ahí es cuando se demuestra que la experiencia por pequeña que sea, las situaciones vividas, serán las que marcarán tus actos del presente, y que te servirán de experiencia para las siguientes.

Ahí la importancia de levantarse de nuestros sofás, de nuestras sillas, de nuestra penumbra de pena y dolor y comenzar a caminar, comenzar a movernos para ver esa salida, ese camino por el cual debemos vivir, está claro que nos equivocaremos, pero seguro que aprenderemos de ello para poder identificar el camino correcto, o simplemente pare poder ver el camino. Si nos sentamos en una esquina del bosque y sacamos los manuales y descargamos videomanuales de internet para ver que tenemos que hacer, lo único que conseguiremos será ver como la vegetación crece a nuestro alrededor haciendo más difícil el levantarnos y comenzar a movernos, con lo que nos daremos cuenta que los manuales leídos ya no nos valen, y que necesitamos otros más avanzados, y así sucesivamente..... hasta que llegue un día en el cual, con un poco de suerte, seremos la persona que más técnicas de supervivencia domine teóricamente, y con un poco más de suerte lleguemos a ese estado de iluminación en el cual nos encontremos fusionados con nuestro entorno, en el que seremos parte del todo ...... es decir que la vegetación habrá crecido tanto que nos habrá atrapado en ella.....y con un poco más de suerte aparecerá un pobre hombre con un machete, con la piel curtida de arañazos y cicatrices del propio bosque, y una sonrisa cálida y sincera en el rostro, que nos sacará de esa "cárcel" y entonces podremos contar que ese si es un hombre diestro de verdad, el cual fluye con la naturaleza, impasible, y ...... bla, bla, bla, bla .... ehhh me he perdido, quien es el que se había movido?? .....

Entonces, cual es la parte importante de todo esto, aprender?? leer?? formarse?? ponerse a las faldas de un maestro?? ....... o simplemente vivir, experimentar, aprender, y caminar cada instante con aquello que se nos da en cada momento del camino, y al final del camino.... podremos decir con una sonrisa, que si quieren puedes escribir un libro de como se hace para llegar hasta ahí.

Hace poco leí que el bambú es una de los árboles de más lento crecimiento, pero al mismo tiempo es de los más resistentes frente a las inclemencias del tiempo, ya que su lento desarrollo se debe a un largo proceso de enraizamiento, lo que le da esa capacidad de resistencia, flexibilidad, ..... es decir que aquellos que tienen paciencia y van creciendo poco a poco, llegarán a ser tan resistentes como el propio bambú, mientras que los que quieren crecer rápido y fogosamente, puede que sean derribados con una simple tormenta.

Dicho esto tampoco es que me apetezca decir mucho más la verdad, creo que la cosa está clara, hay que moverse, solo si te mueves aparece el camino, solo si te mueves la energía se mueve, solo si te mueves encontrarás aquello que buscas o aquello que te deba ser dado, para poder seguir buscando.

Carpe Diem. Gracias por otro día más de aprendizaje entre la maleza

martes, 5 de agosto de 2014

Capítulo 19 - El arte de nadar (Lie Tse)

Confucio y sus discípulos se hallaban cerca de una catarata. El agua caía por el saliente de una roca y se precipitaba desde una altura de cien metros; allí, el río continuaba fluyendo con rapidez a través de una garganta de unos cincuenta kilómetros de longitud. Ni siquiera los peces, las tortugas y los caimanes se atrevían a adentrarse en estas aguas peligrosas.

De repente, vieron a una figura saltar desde lo alto de la catarata al espumante río. Confucio pensó que ese hombre debía estar intentando suicidarse, así que dijo a sus estudiantes que acudieran a las orillas del río y se preparasen para un rescate. Pero cuando se precipitaron a la orilla del río, vieron a alguien que nadaba tranquilamente hacía la ribera. Para su sorpresa, contemplaron cómo el hombre estaba en pie en la parte poco profunda, sacudía el agua de su largo pelo y empezaba a cantar.

Confucio no podía creer lo que veía, así que se acercó a aquel extraño hombre y le dijo: "Cuando te vi sumergirte desde lo alto de la catarata, pensé que te querías suicidar. Después, cuando te observé nadar disfrutando en esas aguas traicioneras, pensé que eras un fantasma. Pero al acercarme, veo que eres un ser humano. ¿Cómo conseguiste nadar atravesando unas aguas tan peligrosas?"

El hombre del pelo largo respondió: "Yo no tengo ningún método particular de nadar, salvo que cuando estoy en el agua, floto y me hundo con ella; en lugar de intentar forzarme, paso atravesándola. Podría decirse que empecé mi aprendizaje con lo que se me fue dado al nacer, continué con lo que era natural para mí, y lo completé confiando en lo que se supone que debe ser".

Confucio le rogó: "Dime que es lo que quieres decir".

El hombre respondió: "Esto quiere decir seguir el curso natural de las cosas. Si hubiera nacido en las montañas, sería natural para mí sentirme cómodo en lo alto de las montañas. Esto es empezar con lo que nos ha sido dado en el nacimiento. Si hubiera nacido cerca del mar, sería para mi natural haber crecido jugando en el agua. Esto es continuar con lo que es natural hacer. Cuando hago algo, nunca se me ocurre pensar cómo lo hago. Esto significa confiar en lo que se supone que debe ser".

Biografía: Lie Tse - Una guía taoista sobre el arte de vivir. Versión de Eva Wong. Arca de Sabiduría